Frank y Devin Asch, autores de El ratón del señor Maxwell, vuelven a deleitar a los lectores con una nueva historia de gatos y ratones. En esta ocasión, la señora Marlowe, una encantadora gata viuda que trabaja como bibliotecaria, despierta las sospechas de la policía. Al parecer, esconde en su casa a una familia de ratones. Una historia con impresionantes ilustraciones hiperrealistas que recuerdan a la Europa de los años 40 y en las que destacan unos tonos oscuros que refuerzan el misterio de la trama.
Frank y Devin Asch, autores de El ratón del señor Maxwell, vuelven a deleitar a los lectores con una nueva historia de gatos y ratones. En esta ocasión, la señora Marlowe, una encantadora gata viuda que trabaja como bibliotecaria, despierta las sospechas de la policía. Al parecer, esconde en su casa a una familia de ratones. Una historia con impresionantes ilustraciones hiperrealistas que recuerdan a la Europa de los años 40 y en las que destacan unos tonos oscuros que refuerzan el misterio de la trama.
Los ratones de la señora Marlowe
Un día, cuando la señora Eleonor Marlowe volvía a su casa después de trabajar en la biblioteca de la calle de los Ronroneos, la vieja gata fisgona del cuarto piso abrió la puerta e insistió para que la joven viuda entrara a su casa a tomar un té de hierba gatera con ella.
–La tetera ya está hirviendo –anunció la señora Godfrey–. Y acabo de sacar unas galletitas de atún del horno.