El bulevar de los sueños rotos
A menudo me suelen preguntar: «¿De dónde sacas las ideas?» Y la maravillosamente exhaustiva, pero completamente evasiva respuesta es: «de todas partes».
Bueno, quizá tenga mis razones para evitar contestar. Quizá tú también las tendrías.
Waldo por ejemplo. Durante muchos años, la gente me ha dicho: «Ese personaje tuyo del gato, ya sabes, ése que se parece a Félix. Deberías hacer más cosas con él». Normalmente, respondo que la razón por la que no he hecho más historias de Waldo es porque nunca he intentado forzarlas, lo cual es verdad hasta cierto punto. Pero, vale, basta de evasivas. Esta vez voy a poner todas mis cartas sobre la mesa...