Sibylle von Olfers comenzó su carrera de escritora a comienzos del siglo XX. En todas sus obras pone de manifiesto un profundo conocimiento del alma infantil y una honesta empatía con el amor de los pequeños por la fantasía, la naturaleza y los juegos. Tanto sus textos como sus ilustraciones modernistas destilan ternura, ingenuidad, colorido, optimismo, simbología y sensibilidad. En este volumen se recogen tres de sus relatos más conmovedores que subrayan el carácter de pionera del libro infantil de esta artista prusiana.
Sibylle von Olfers comenzó su carrera de escritora a comienzos del siglo XX. En todas sus obras pone de manifiesto un profundo conocimiento del alma infantil y una honesta empatía con el amor de los pequeños por la fantasía, la naturaleza y los juegos. Tanto sus textos como sus ilustraciones modernistas destilan ternura, ingenuidad, colorido, optimismo, simbología y sensibilidad. En este volumen se recogen tres de sus relatos más conmovedores que subrayan el carácter de pionera del libro infantil de esta artista prusiana.
Las más bellas historias de Sibylle von Olfers
Durante el largo invierno, los niños raíces duermen bajo tierra. «¡Despertad, despertad pequeños, ya es hora: pronto será primavera!». Y todos se desperezan, se estiran y se rascan el pelo desgreñado.
Enseguida se disponen a coser su ropa de primavera. Con aguja, tijeras, alfileres y dedal: ya casi están listos.
Después van a mostrar a la Buena Madre Tierra lo que cada uno hizo con tanto esmero. Ella, uno tras otro, los mira y repasa. Les dice sonriendo: «Vestíos, deprisa».