Nuestro lenguaje está lleno de palabras que discriminan, que diferencian. El libro juega con ellas a la inversa, les busca el sentido positivo y el lado divertido. Sin el blanco la paz sería imposible, siempre estaríamos en guerra, porque todas las banderas serían piratas. Sin el negro no veríamos los agujeros y desaparecerían las morcillas con cebolla. Los dibujos de Giménez son el contrapunto, texto e ilustraciones son como el blanco y el negro: diferentes y complementarios.
Nuestro lenguaje está lleno de palabras que discriminan, que diferencian. El libro juega con ellas a la inversa, les busca el sentido positivo y el lado divertido. Sin el blanco la paz sería imposible, siempre estaríamos en guerra, porque todas las banderas serían piratas. Sin el negro no veríamos los agujeros y desaparecerían las morcillas con cebolla. Los dibujos de Giménez son el contrapunto, texto e ilustraciones son como el blanco y el negro: diferentes y complementarios.
¿En qué se diferencian el blanco y el negro?
¿A que no sabéis en qué se diferencian el blanco y el negro? ¿En todo? No, en todo, en todo, no. Se parecen, por ejemplo, en que el uno no se parece en nada al otro.
Todo el mundo dice que el blanco y el negro son cosas contrarias.