HIVE Escuela de malhechores
Otto se despertó sobresaltado al sentir que el mundo entero se inclinaba por debajo de él. Abrió los ojos y, entornándolos debido a la súbita claridad, se quedó de piedra al ver que la superficie del océano pasaba como una exhalación unos pocos metros más abajo. Tardó unos segundos en darse cuenta de que estaba mirando por la ventanilla de una aeronave, un helicóptero, a juzgar por el ruido sordo pero persistente de unos rotores que llegaba desde arriba.