La rosa de África

¡Salta, Renacuajo! Agarrados a la parte trasera de un coche de caballos, Sam Wiggins y Renacuajo Simpsoniban gratis a Baker Street. El conductor los descubrió cuando atravesaban Marylebone Road y se puso furioso. Los niños se apearon de un salto y se escabulleron calle abajo. El cochero estaba tan encolerizado que abandonó el carruaje para ir tras ellos, soltando maldiciones y haciendo restallar su látigo.