Brenda siente fascinación por los dragones y no hace otra cosa que leer, ver películas y escribir cuentos sobre dragones. Al llegar las vacaciones, su fascinación aumentará cuando Violeta, la dueña del hostal en el que se aloja con su familia, le cuente la historia de la «Cueva de la serpiente», donde según parece habitó un dragón. Un extraño escritor y una piedra con forma de dragón añaden más misterio a la situación.
Brenda siente fascinación por los dragones y no hace otra cosa que leer, ver películas y escribir cuentos sobre dragones. Al llegar las vacaciones, su fascinación aumentará cuando Violeta, la dueña del hostal en el que se aloja con su familia, le cuente la historia de la «Cueva de la serpiente», donde según parece habitó un dragón. Un extraño escritor y una piedra con forma de dragón añaden más misterio a la situación.
Corazón de piedra
Brenda entra en casa con su cara más alegre. Le da un beso a su padre, que acaba de abrirle la puerta, y después deja sobre el sofá de la sala la pesada mochila que lleva todos los días al colegio. La tranquilidad que hasta ese momento reinaba en el hogar desaparece, pues la niña es como un terremoto ambulante y no para de hablar ni de moverse en ningún momento.
–¡Tienes que leer el cuento que he escrito hoy! ¡Ya verás qué bien me ha salido! ¡La profesora me ha puesto un sobresaliente! –le dice a su padre.