Entretenida obra de teatro que narra las aventuras de Vera tras ser secuestrada por la caprichosa Reina Heladísima, que tiene la intención de mantener permanentemente congelado todo cuanto le rodea. Con la ayuda de su padre y de dos simpáticos duendes, la protagonista hará entrar en razón a la soberana, justificando la necesidad de que a lo largo del año haya un tiempo para cada estación. La obra, escrita para un reducido grupo de personajes, está dividida en dos actos. Las numerosas anotaciones presentes en el libro facilitan su representación. Entretenida obra de teatro que narra las aventuras de Vera tras ser secuestrada por la caprichosa Reina Heladísima, que tiene la intención de mantener permanentemente congelado todo cuanto le rodea. Con la ayuda de su padre y de dos simpáticos duendes, la protagonista hará entrar en razón a la soberana, justificando la necesidad de que a lo largo del año haya un tiempo para cada estación. La obra, escrita para un reducido grupo de personajes, está dividida en dos actos. Las numerosas anotaciones presentes en el libro facilitan su representación.

El hada del abanico verde

(Frío Ventiscoso se queda en mitad del escenario observando a Vera que no repara en él. Vera cambia de sitio las macetas, abre las ventanas, coloca bien el banco que está torcido y cuando se aparta de éste para observar el efecto, como camina de espaldas se tropieza con Frío Ventiscoso y se lleva un susto de muerte.) VERA: ¡Ay! ¡De dónde sales tú? FRÍO VENTISCOSO: Estoy buscando la casa del Conde Alegre