Miriam es anoréxica
Después del primer recreo teníamos Gimnasia, y a la señorita Bliesel se le ocurrió la idea de volver a atormentarnos con las barras asimétricas.
De todos los aparatos de gimnasia, el que más odiaba eran las barras asimétricas. Me parecía absurdo enroscar los brazos y las piernas en distinto orden en torno a dos barras y después hacer oscilar no sé cómo el resto del cuerpo. El ser humano no estaba hecho para esto.