Tomek, huérfano de trece años, es el tendero del pueblo. Una tarde llega a la tienda una chica, Hannah, le pide agua del río Qjar, agua mágica que evita la muerte. Se enamora y emprende un viaje de iniciación con el que deja atrás su infancia. En su aventura se enfrenta a las fuerzas de la naturaleza: la soledad del Bosque del Olvido, el sueño eterno de las praderas, la incertidumbre del arco iris, la Isla Inexistente. Fantasía mezclada con mitos y relatos tradicionales y envuelta en sugerentes ilustraciones.
Tomek, huérfano de trece años, es el tendero del pueblo. Una tarde llega a la tienda una chica, Hannah, le pide agua del río Qjar, agua mágica que evita la muerte. Se enamora y emprende un viaje de iniciación con el que deja atrás su infancia. En su aventura se enfrenta a las fuerzas de la naturaleza: la soledad del Bosque del Olvido, el sueño eterno de las praderas, la incertidumbre del arco iris, la Isla Inexistente. Fantasía mezclada con mitos y relatos tradicionales y envuelta en sugerentes ilustraciones.
Tomek. El río al revés
El almacén de Tomek era el último edificio del pueblo. Se trataba de una tienda no muy grande, y de lo más sencillo, que tenía pintada en letras azules, encima del escaparate, la palabra ALMACÉN. Cuando alguien empujaba la puerta, una campana tintineaba alegremente, ding dong, y allí aparecía Tomek, sonriente, con su delantal gris de tendero. Era un chico de mirada soñadora, bastante alto para su edad, y más bien huesudo.