El padre del protagonista ha perdido su empleo y la familia se acaba de mudar a un barrio más humilde. A los pocos días, su mejor amigo rompe un valioso juego de café guardado en el garaje. Cuando el papá del chico se entera, ofrece un dinero para reponer la vajilla, pero Norm decidirá quedárselo para cumplir con su sueño de tunear la bicicleta. Con marcado tono de humor, el autor nos ofrece un relato de travesuras infantiles que los padres sobrellevan con resignación y actitud comprensiva.
El padre del protagonista ha perdido su empleo y la familia se acaba de mudar a un barrio más humilde. A los pocos días, su mejor amigo rompe un valioso juego de café guardado en el garaje. Cuando el papá del chico se entera, ofrece un dinero para reponer la vajilla, pero Norm decidirá quedárselo para cumplir con su sueño de tunear la bicicleta. Con marcado tono de humor, el autor nos ofrece un relato de travesuras infantiles que los padres sobrellevan con resignación y actitud comprensiva.
El mundo de Norm. Atención puede contener risas
Norm sabía que aquella iba a ser una de esas noches en las que te despiertas y de repente te encuentras a punto de hacer pis en el armario de tu padre.
-¡Eeeeh! ¡Para, Norman! –gritó su padre, incorporándose de golpe y encendiendo la lamparita de la mesilla.
-¿Eh? ¿Qué? –murmuró Norm con voz adormilada. -¿Se puede saber qué estás haciendo?