Con su llegada, Manzur ha revolucionado a la población. Bello y de misterioso porte, el halo de espiritualidad que envuelve la poética irrupción de su figura apolínea, ha provocado todo tipo de reflexiones y comentarios entre la lejana sociedad de la isla de Caeli. Las melodías que brotan del arpa que le acompaña también esconden secretos y ejercen una poderosa atracción sobre la hermosa Jovita. Pero, ¿es ella la joven que busca? ¿Es realmente un ángel caído del cielo? ¿Por qué ha elegido un lugar tan remoto? Un dulce relato de belleza exquisita, ilustrado con sobriedad y salpicado de fino humor, que invita a la reflexión.
Con su llegada, Manzur ha revolucionado a la población. Bello y de misterioso porte, el halo de espiritualidad que envuelve la poética irrupción de su figura apolínea, ha provocado todo tipo de reflexiones y comentarios entre la lejana sociedad de la isla de Caeli. Las melodías que brotan del arpa que le acompaña también esconden secretos y ejercen una poderosa atracción sobre la hermosa Jovita. Pero, ¿es ella la joven que busca? ¿Es realmente un ángel caído del cielo? ¿Por qué ha elegido... Seguir leyendo
Manzur, o el ángel que tenía una sola ala
El día que Manzur llegó a la isla con su arpa de madera, montado en un viejo bote, apenas había viento. Mucho tiempo después los habitantes de Caeli seguían preguntándose cómo era posible que la pequeña vela que llevaba el bote le hubiera conducido hasta la playa, hinchada como un aire huracanado.
Jeremías, que había subido al campanario como cada mañana, atestiguaba que aquel ser, mitad hombre, mitad arcángel, ni siquiera dirigía la embarcación concentrado como estaba en tocar las cuerdas del arpa.