Eva Curie fue la segunda hija de Marie, tanto sus célebres padres como su hermana e incluso su marido obtuvieron el Premio Nobel, por lo que es una testigo privilegiada de la historia familiar. Sus recuerdos, ligados a las penurias pasadas en la Polonia ocupada, nos hablan de las privaciones y las relaciones que permitieron dedicar la vida de los suyos a la investigación. El increíble trabajo desarrollado por el clan, que cambió el curso de la historia, incluye todo tipo de hazañas y es narrado en primera persona en un crepuscular relato que nace del momento en que los restos de la pareja fueron trasladados al Panteón de París en 1995.
Eva Curie fue la segunda hija de Marie, tanto sus célebres padres como su hermana e incluso su marido obtuvieron el Premio Nobel, por lo que es una testigo privilegiada de la historia familiar. Sus recuerdos, ligados a las penurias pasadas en la Polonia ocupada, nos hablan de las privaciones y las relaciones que permitieron dedicar la vida de los suyos a la investigación. El increíble trabajo desarrollado por el clan, que cambió el curso de la historia, incluye todo tipo de hazañas y es narrado en primera persona en un crepuscular relato que nace del... Seguir leyendo
El rayo azul
Era una tarde de abril, serena y encapotada.
Desde el otro extremo de la calle Soufflot, en París, una multitud se acercaba a paso lento. En el centro, llevados a hombros por estudiantes de la Universidad de la Sorbona, elegidos por su amor a la ciencia y a la investigación, aparecieron los ataúdes de mis padres. Al ritmo solemne de la Suite número 3 en re mayor, de Bach, que difundían los altavoces, la procesión se acercó a la explanada del Panteón y empezó a subir por una larguísima rampa blanca, construida para la ceremonia.