Solo quien ha vivido en primera persona un desgarro emocional de gran calibre puede detallar una crónica del desamor con tal profusión de detalles. Al igual que en las canciones del grupo preferido de la media naranja del protagonista, el relato identifica espacios reales en la ciudad de Madrid para situar una historia de pasiones e incomprensiones juveniles salpicada de temas musicales vinculados a grupos de la escena pop independiente, y múltiples referentes literarios y cinematográficos. Esa continua alusión a lugares visitables y foros virtuales extraídos de la vida cotidiana de cualquier adolescente, convierte la novela en un manuscrito con el que muchos lectores pueden sentirse reflejados en determinados momentos de sus vidas. La historia ha saltado de las redes sociales, donde obtuvo un éxito desbordante gracias a un blog y una cuenta de Twitter, al papel, y la experiencia transmedia se expande con la posibilidad de disfrutar de la exquisita banda sonora en Spotify.
Solo quien ha vivido en primera persona un desgarro emocional de gran calibre puede detallar una crónica del desamor con tal profusión de detalles. Al igual que en las canciones del grupo preferido de la media naranja del protagonista, el relato identifica espacios reales en la ciudad de Madrid para situar una historia de pasiones e incomprensiones juveniles salpicada de temas musicales vinculados a grupos de la escena pop independiente, y múltiples referentes literarios y cinematográficos. Esa continua alusión a lugares visitables y foros virtuales... Seguir leyendo
La chica de Los Planetas
Cuando tenía catorce años, leí mis primeros versos de Bukowski. Le robaba a mi hermano Antonio sus libros de la estanteria del cuarto, por la noche, cuando él quedaba con su novia Elena; o aprovechaba las mañanas cuando ya se había ido a trabajar y a mi me faltaba poco para irme al colegio. Cogía el libro Peleando a la contra del que tenía perfectamente visualizado el lugar que ocupaba en la estantería, y se lo mangaba durante todo el día.