Pedro es un niño peculiar. Vive en Mérida junto a su madre, a la que apenas ve, y tantas horas de soledad curten el carácter y afilan sus relaciones con los demás. Todo cambia cuando encuentra en la vega del Guadiana al que se va a convertir en su amigo fiel. Un elefante que ha escapado del circo y que da pie a una emotiva travesía en torno al crecimiento personal. El cuento sirve como base para trazar una metáfora: la apuesta por la poesía frente a la razón y la defensa del soñador frente al realista. Cerezo regresa a la infancia, hurga en relaciones que ya plasmaron London, Yann Martel y otros muchos, pero al mismo tiempo reflexiona sobre el acoso escolar, el oscuro poder de algunos medios de comunicación o el maltrato animal. Una historia sencilla y evocadora, con tintes de realismo mágico y sorpresas en el hilo argumental, que pueden disfrutar tanto pequeños como mayores.
Pedro es un niño peculiar. Vive en Mérida junto a su madre, a la que apenas ve, y tantas horas de soledad curten el carácter y afilan sus relaciones con los demás. Todo cambia cuando encuentra en la vega del Guadiana al que se va a convertir en su amigo fiel. Un elefante que ha escapado del circo y que da pie a una emotiva travesía en torno al crecimiento personal. El cuento sirve como base para trazar una metáfora: la apuesta por la poesía frente a la razón y la defensa del soñador frente al realista. Cerezo regresa a la... Seguir leyendo
Eo
Los dos payasos crecieron entre trapecistas, domadores, vividores, magos y prodigios cuyo recuerdo áun les asombraba cuando perdían la vista en descampados como aquel. Sin maquillaje, parecían dos viejos corrientes. Tal vez son demasiadas arrugas, como si hubiesen vivido más de la cuenta.
Bonaparte, de nombre real Adolfo Gutiérrez, estaba un poco sordo, pero aún tenía buena vista.