Dula, como otros muchos niños africanos, debe trabajar para poder llevar algo de comer a su casa. También tiene sueños y el suyo es llegar a correr en un estadio. Todos los días, cuando corretea junto a los demás, él imagina que es un leopardo. Gana la carrera cuando se concentra y, sobre todo, cuando cena la noche anterior. Luego le toca trabajar. Paula Carbonell relata una historia que bien podría estar viviendo más de un niño y lo hace sin caer en sensiblerías. Las ilustraciones, dulces y sugerentes, apoyan el cuento y expresan muy bien los sentimientos del niño y su entorno familiar.
Dula, como otros muchos niños africanos, debe trabajar para poder llevar algo de comer a su casa. También tiene sueños y el suyo es llegar a correr en un estadio. Todos los días, cuando corretea junto a los demás, él imagina que es un leopardo. Gana la carrera cuando se concentra y, sobre todo, cuando cena la noche anterior. Luego le toca trabajar. Paula Carbonell relata una historia que bien podría estar viviendo más de un niño y lo hace sin caer en sensiblerías. Las ilustraciones, dulces... Seguir leyendo
El más rápido
Son las siete de la mañana,
la casa amanece
y Dula también.
-¡Arriba, despierta!
-¡Al lago, vamos al lago!
Comienza la jornada.
-¡Quien llegue primero, gana!