Haciendo el papel de preceptora, Nina se esfuerza por captar la atención de su mascota, el gato Antón, para que disfrute como ella con la lectura de un pequeño relato. El felino trata de agradar a la niña pero algo distrae su mirada. Es entonces cuando comienza el juego entre la palabra y la imagen. Las confidencias se enredan en un atractivo diálogo, plasmado con esbozos en tres tonalidades cromáticas, en los que se distingue algún retazo de la obra que une a esta simpática pareja en una cándida tarde de confidencias y buenas historias. El clásico de Gabrielle Vincent es un divertido hilo conductor para modelar este álbum distinguido con una Mención en la IX edición del emblemático Premio Internacional Compostela. El clima que consiguen recrear los autores es dulce y delicado, como la caricia del animal al pasar las páginas junto a la protagonista, e invita a disfrutar en la mejor compañía. Porque una buena historia siempre lleva a otra…
Haciendo el papel de preceptora, Nina se esfuerza por captar la atención de su mascota, el gato Antón, para que disfrute como ella con la lectura de un pequeño relato. El felino trata de agradar a la niña pero algo distrae su mirada. Es entonces cuando comienza el juego entre la palabra y la imagen. Las confidencias se enredan en un atractivo diálogo, plasmado con esbozos en tres tonalidades cromáticas, en los que se distingue algún retazo de la obra que une a esta simpática pareja en una cándida tarde de confidencias y... Seguir leyendo
Nina y Antón
- Atiende, Antón. Si no me escuchas, no te volveré a contar un cuento.
El animal observó a la pequeña con ojos de asombro.
"¿Estará enfadada? No entiendo por qué me dice eso."
Nina dejó de mirar al gato y volvió al libro.
- Entonces, el oso tomó con sus grandes garras delanteras a la pequeña ratona y la colocó bajo una de las solapas de su gabán.