Los niños siempre han sentido fascinación por la prehistoria. Es una de las razones por las que el universo de Parque Jurásico triunfó en el cine y se extendió a otros lenguajes, provocando secuelas y precuelas posteriores, o del permanente éxito de los libros informativos y novelas ambientados en esa época. Los autores recogen la esencia de aquella narración y otros clásicos (se advierte la admiración por la obra de H. G. Wells, Mark Twain o genios contemporáneos como George Lucas o Steven Spielberg); a la que suman otros conceptos habituales en las aventuras protagonizadas por jóvenes para diseñar esta original saga. El protagonista es un chico que ha pasado media vida de familia en familia de acogida hasta que descubre que hay una posibilidad de que sus padres no hayan fallecido. Siguiendo las pocas pistas que tiene, trata de encontrar sus orígenes pero, a consecuencia de un pequeño accidente en un parque de atracciones abandonado, el joven viaja a través del tiempo para aterrizar en plena edad de piedra. De nada sirve la tecnología ni los conocimientos atesorados hasta entonces, ahora empieza una nueva y excitante vida llena de aventuras y retos en la que Franck mantiene la fe para encontrar su propia identidad. Una propuesta impecable en el aspecto gráfico, secuenciada con ingenio, con una estética cercana al cine de animación (abundancia de líneas cinéticas, personajes muy expresivos); que potencia sus recursos con humor y un ritmo frenético. 

Los niños siempre han sentido fascinación por la prehistoria. Es una de las razones por las que el universo de Parque Jurásico triunfó en el cine y se extendió a otros lenguajes, provocando secuelas y precuelas posteriores, o del permanente éxito de los libros informativos y novelas ambientados en esa época. Los autores recogen la esencia de aquella narración y otros clásicos (se... Seguir leyendo