Martina y los hombres pájaro. Una bestia en mi jardín
En los noticieros aparecen cada cierto tiempo los nombres y rostros de aquellos que intentaron, con fortuna o final desgraciado, alcanzar el "sueño americano" desde los países al sur de Estados Unidos, pero pocas veces se habla de los familiares que quedaron atrás, de las mujeres y, sobre todo, de los niños que vieron cómo se derrumbaba su familia. Martina es consciente de que el tiempo de espera puede ser infinito y no se resigna a no volver a ver nunca más a su padre, por eso decide tomar cartas en el asunto, en contra del rol "tradicional" que suelen asumir algunas mujeres y que le es relatado por su madre.
En la otra historia, encontramos también a otros niños víctimas indirectas de las migraciones. La trama creada por Valentina Sierra se centra en todos aquellos que asisten atónitos al trasiego de hombres, mujeres y jóvenes en busca de la felicidad, meta para la que deben superar viajes terribles como los que suceden en el tren conocido como La Bestia, ferrocarril sobre el que también la joven escritora Sofía Nayeli Bazán reflexionaba recientemente, en el ámbito de la LIJ, en la obra de título homónimo.
Ambas historias se han puesto en escena con rotundo éxito tanto en México, país originario de ambas autoras, como a este lado del océano, planteando propuestas y diseños muy variados (títeres, teatro leído...); para todas las edades.
En los noticieros aparecen cada cierto tiempo los nombres y rostros de aquellos que intentaron, con fortuna o final desgraciado, alcanzar el "sueño americano" desde los países al sur de Estados Unidos, pero pocas veces se habla de los familiares que quedaron atrás, de las mujeres y, sobre todo, de los niños que vieron cómo se derrumbaba su familia. Martina es consciente de que el tiempo de espera puede ser infinito y no se resigna a no volver a ver nunca más a su padre, por eso decide tomar cartas en el... Seguir leyendo
Martina y los hombres pájaro. Una bestia en mi jardín
MARTINA está en la tienda, parada frente a una vitrina con dulces, velas, jabones de baño, etc. Suena el teléfono. La TENDERA aparece detrás de la vitrina. Contesta. TENDERA Bueno (...) ¡Catarino! ¿Cómo estás? (...) ¡Bendito sea Dios! (...) Claro, ahorita mismo mando a avisarle a tu mamá... ¿Cuándo llegas? (....) (A Martina) Correle Martina, vete a avisar a Elena, que Catarino ya viene de regreso. Que llega en tres días.
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