Me llamo Bud, no Buddy
Estábamos todos en línea esperando el desayuno cuando una de las trabajadoras sociales vino haciendo sonar sus zapatos, tap-tap-tap, a lo largo de la fila. Vaya, vaya, eso significaba malas noticias: o habían encontrado unos padres adoptivos para alguien o alguien iba a recibir su merecido. Los chicos contemplaban a la mujer mientras se desplazaba a lo largo de la fila...