El escritor canario alcanzó la final en la XXVIII edición del Premio de Literatura Infantil que organiza la editorial Edebé con esta historia en la que refleja, con maestría, los sentimientos y emociones de una niña que se convierte en protagonista involuntaria de una situación dramática que, lamentablemente, conocemos bien por la cobertura mediática que ha tenido a lo largo de estos últimos años. Con ocho años está obligada, como tantos otros jóvenes y adultos, a abandonar su vida y el mundo que conoce como consecuencia de un conflicto bélico que no comprende. El futuro, lleno de promesas, es en realidad un horizonte difuso y terrorífico al que solo se puede tener acceso atravesando el mar. Al otro lado, si los barcos no se hunden y perecen en el intento (como se explica con detalle a medida que nos acercamos al final de la novela); no espera en realidad un mundo mejor, pero al menos sin guerra. El autor sabe transmitir como los niños, aunque aparentemente crezcan ajenos a la realidad que les toca vivir, son plenamente conscientes y (como también se ha demostrado con la pandemia), mucho más maduros que los propios adultos a la hora de asumir y gestionar las situaciones derivadas de la desgracia. En la precipitada huida de la familia, el profesor Sahraoui alivia las penas del grupo compartiendo leyendas ancestrales que avivan la imaginación y el ánimo de los protagonistas. Xavier Bonet aporta diez láminas en blanco y negro, a página completa y realizadas mediante técnicas digitales, en las que representa de forma realista pasajes de la travesía y de los cuentos que nacen de la inventiva del anciano.
El escritor canario alcanzó la final en la XXVIII edición del Premio de Literatura Infantil que organiza la editorial Edebé con esta historia en la que refleja, con maestría, los sentimientos y emociones de una niña que se convierte en protagonista involuntaria de una situación dramática que, lamentablemente, conocemos bien por la cobertura mediática que ha tenido a lo largo de estos... Seguir leyendo
Águilas sobre Damasco
- Déjalos dormir un poco más.
- No, no podemos hacer eso. Cuanto antes nos pongamos en camino, mejor.
El hombre se acercó a la cama de su hija mayor y la tocó con suavidad en el hombro.
- Despierta, cariño.
La voz de su padre se abrió camino en los sueños de Ghada. Solo había sido un susurro, pero hacía semanas que a Ghada la despertaba el más mínimo ruido. Se movió bajo la sábana y parpadeó a tiempo para ver la silueta en sombra de su padre inclinándose hacia ella.
- ¿Qué?
- Vamos. Es hora de marcharse. Prepárate, mi amor. Rápido.