Aún resuenan las risas de algunos de los lectores que tanto disfrutaron con las anteriores entregas de esta... ¿trilogía?. Por eso los autores no han podido evitar que la casa de la abuela, con sus misterios y secretos, vuelva a llenarse de vida (más que nunca con las diez pequeñas visitas que ahora alborotan sus estancias). La anciana tiene infinita paciencia a la hora de lidiar con las monstruosas travesuras de los invitados, pero a medida que van realizando diversas tareas cotidianas desaparecen, con discreción, al ritmo de las rimas juguetonas de Gracia Iglesias. Con la llegada de la madre retornan los versos que, como bien saben los fans de esta inhóspita casa, abren la puerta al suspense: "el búho ululó, el viento sopló y..." ¿Qué ocurrirá está vez? Con las mismas hechuras que propiciaron el éxito de La extraña visita y La extraña sorpresa los autores garantizan el éxito, las sonrisas y el buen rato para un momento seguro que reconfortante de lectura compartida. El texto es muy adecuado para una sesión de narración oral en la que se quiera fusionar "terror" y humor.
Aún resuenan las risas de algunos de los lectores que tanto disfrutaron con las anteriores entregas de esta... ¿trilogía?. Por eso los autores no han podido evitar que la casa de la abuela, con sus misterios y secretos, vuelva a llenarse de vida (más que nunca con las diez pequeñas visitas que ahora alborotan sus estancias). La anciana tiene infinita paciencia a la hora de lidiar con las monstruosas travesuras de los invitados, pero a medida que van realizando diversas tareas cotidianas desaparecen, con discreción,... Seguir leyendo
La extraña familia
Érase una casa
llena de alegría
porque la familia
crecía y crecía.
Y, haciendo de abuela,
una viejecita
lidiaba con 10 pequeñas visitas.