Valencia cuenta con un innovador sistema de transporte "público", un método instantáneo y eficaz para trasladarse velozmente que, sin embargo, no es del agrado de todos los habitantes. En una ciudad poblada, gracias a la imaginación de Pablo C. Reyna, de todo tipo de seres fantásticos, algunos no pueden reflejarse, tal y como conocemos por la literatura y el cine y, por tanto, no son usuarios potenciales del sistema de espejos. Pero Golotea, hada madrina reconvertida en taxista, informa a sus compañeros por radio de un grave problema que está afectando a la nueva red de comunicaciones. El bloqueo provoca que cientos de ciudadanos queden varados sin posibilidad de regresar a sus casas. El presunto sabotaje es consecuencia de una serie de circunstancias: los recortes del alcalde Butoni, la sensación de un eterno verano que invitaba a los ciudadanos a estar más tiempo fuera de sus casas...Y ha generado una preocupación adicional: entre los afectados desaparecidos está el mismísimo ¡príncipe del solsticio de invierno! Leprechauns, elfos, gnomos y todo tipo de personajes similares desfilan por esta novela fantástica que demuestra cómo es posible ayudar a nuestra sociedad, sin necesidad de ser hada madrina, permaneciendo unidos. Una historia que transcurre a lo largo de una noche, narrada con divertida y ágil narrativa, y barnizada de crítica social. Las ilustraciones, en color y a página completa, representan algunas de las escenas descritas en la novela, y están firmadas por la artista lucense Lucía Barrios.

Valencia cuenta con un innovador sistema de transporte "público", un método instantáneo y eficaz para trasladarse velozmente que, sin embargo, no es del agrado de todos los habitantes. En una ciudad poblada, gracias a la imaginación de Pablo C. Reyna, de todo tipo de seres fantásticos, algunos no pueden reflejarse, tal y como conocemos por la literatura y el cine y, por tanto, no son usuarios potenciales del sistema de espejos. Pero Golotea,... Seguir leyendo