¿Puede una conversación con una piedra convertirse en una disertación filosófica? Tal vez no exactamente, pero lo cierto es que la charla entre la protagonista de esta historia, una niña azul que se divierte junto a su mascota, una rana humanizada; y la sustancia mineral que da respuesta a todas las dudas de la pareja, alcanza por momentos altas cotas merced a la imaginación de la pequeña. Es gracias a esa inventiva mágica de la infancia por la que el canto es coronado reina y accede a compartir algunos sentimientos, si bien, como deja bien claro, nunca llega a cristalizar una sólida amistad, tal vez porque su corazón es, lógicamente, tan duro como un guijarro o porque prefiere seguir participando en el juego de volver a ser lanzada (nunca en contra de alguien); para experimentar inéditas vivencias. Noemi Vola pasa por su original filtro gráfico las interacciones entre los personajes para ofrecer una colorida y simpática fusión de momentos tan cómplices como imposibles (aunque no hay nada imposible en esos años); que incentivarán la creatividad de los pequeños.
¿Puede una conversación con una piedra convertirse en una disertación filosófica? Tal vez no exactamente, pero lo cierto es que la charla entre la protagonista de esta historia, una niña azul que se divierte junto a su mascota, una rana humanizada; y la sustancia mineral que da respuesta a todas las dudas de la pareja, alcanza por momentos altas cotas merced a la imaginación de la pequeña. Es gracias a esa inventiva mágica de la infancia por la que el canto es coronado reina y accede a compartir algunos... Seguir leyendo
¡Hola, piedra!

Hola, piedra.
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¿Por qué no respondes?
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Si llamo a tu puerta, ¿me abres? ¿Me dejarás pasar?
No tengo puerta. No se puede entrar en mí.