Un álbum que trata sobre la búsqueda de la propia identidad y el derecho a ser diferente. Las magníficas ilustraciones de Urberuaga -autor también del texto- recrean con gran expresividad el entorno selvático en el que transcurre la acción. A través del camaleón, narrador omnipresente en la historia, se plantea un simpático juego de búsqueda en las imágenes. La obra finaliza con un inteligente guiño al lector adulto: el de ver al ser humano como un bicho raro más en la jungla de la vida.Un álbum que trata sobre la búsqueda de la propia identidad y el derecho a ser diferente. Las magníficas ilustraciones de Urberuaga -autor también del texto- recrean con gran expresividad el entorno selvático en el que transcurre la acción. A través del camaleón, narrador omnipresente en la historia, se plantea un simpático juego de búsqueda en las imágenes. La obra finaliza con un inteligente guiño al lector adulto: el de ver al ser humano como un bicho raro más en la jungla de la vida.
Un bicho raro
Anochecía en la selva. Un barco surcaba el río. Yo, el camaleón, estaba de tertulia con los cocodrilos, cuando de pronto... como si fuera la cosa más normal del mundo, ¡llovió un huevo! ¡Increíble! Cayó del cielo un huevo enorme. ¡Catacrac! El huevo se hizo pedazos y apareció un bicho muy raro con cara de despiste.