Obra póstuma del maestro de Brooklyn, quién con una no demasiado extensa bibliografía obtuvo buena parte de las distinciones más importantes de la literatura infantil: el premio Hans Christian Andersen de ilustración, Memorial Astrid Lindgren Award, ex aequo con la escritora austriaca Christine Nöstlinger; y la medalla Caldecott. Con pocos trazos y un puñado de números, Sendak captura la atención del lector, que asiste a la demostración del pequeño mago y a su progresivo hastío, solventado con la decreciente desaparición de los conejos, animales -representados en tres colores-; que llegan a exasperar, por momentos, al protagonista. Aprender a contar hacia adelante y hacia atrás nunca fue tan divertido para los más pequeños de la casa. El diseño de los personajes, en escenas desnudas de escenarios, llevaron al autor a desestimar esta obra por considerarla demasiado "simple" para integrar otras colecciones, pero el estudio y restauración del legado que está realizando The Maurice Sendak Foundation ha permitido recuperar un relato con apenas palabras que resulta muy sugerente como refuerzo para ese proceso inicial de aprendizaje. Si os fijáis bien y sois lectores de toda la bibliografía generada por el autor e ilustrador, el niño -que es su alter ego y retrata muy bien el espíritu travieso que le caracterizó-; es muy similar al personaje principal de historias como Donde viven los monstruos, La cocina de noche, El uno era Juan, Sopa de pollo con arroz o Miguel, un cuento muy moral, buena parte de ellos publicados en esta misma editorial.
Obra póstuma del maestro de Brooklyn, quién con una no demasiado extensa bibliografía obtuvo buena parte de las distinciones más importantes de la literatura infantil: el premio Hans Christian Andersen de ilustración, Memorial Astrid Lindgren Award, ex aequo con la escritora austriaca Christine Nöstlinger; y la medalla Caldecott. Con pocos trazos y un puñado de números, Sendak captura la atención... Seguir leyendo