Tintín. Divertimento de escritores

-¡Rafiáceos! ¡Tecnócratas! ¡Onfalopsiques! ¡Le dejé bien claro que no los perdiera de vista ni un momento!.
-Se lo aseguro, capitán -se desesperaba el ministro del Interior-, hemos colocado policías a lo largo de todo el recorrido, cada diez metros; de paisano para sorprender, de uniforme para disuadir... No lo entiendo, no lo entiendo; venga, mire usted mismo.