La historia de esta familia bosnia golpeada y dividida por la guerra se va tejiendo a buen ritmo mediante la alternancia de dos voces: la de Nezir, que cuenta su aventura, y la de un narrador que va desgranando las vicisitudes de su padre. El estilo, contenido y sobrio, pero transparentando calidez y humanidad, es el más acertado para moverse por este delicado nudo de emociones al límite en un mundo embrutecido. Pese a la dureza de esta odisea en tiempo de guerra, la esperanza no se apaga para sus protagonistas gracias a que tanto el padre como el hijo encuentran la ayuda de personas que se arriesgan y dan lo mejor de sí cuando es preciso. La historia de esta familia bosnia golpeada y dividida por la guerra se va tejiendo a buen ritmo mediante la alternancia de dos voces: la de Nezir, que cuenta su aventura, y la de un narrador que va desgranando las vicisitudes de su padre. El estilo, contenido y sobrio, pero transparentando calidez y humanidad, es el más acertado para moverse por este delicado nudo de emociones al límite en un mundo embrutecido. Pese a la dureza de esta odisea en tiempo de guerra, la esperanza no se apaga para sus protagonistas gracias a que tanto el padre como el hijo encuentran la ayuda de personas que se... Seguir leyendo

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Gran parte de esta historia me la contó directamente Nezir, un joven bosnio que conocí en un viaje que hice a Bosnia en un convoy de cooperantes; la parte restante me la narró por escrito en una larga carta llena de emoción que conservo como una de las reliquias más valiosas de mi vida.
El objeto de mi viaje, además de prestar ayuda como cooperante, era escribir un reportaje sobre las atrocidades cometidas por los serbios en Bosnia; vi ciudades completamente arrasadas, pequeños barrios y pueblos prácticamente despoblados porque ninguno de sus habitantes había sobrevivido o porque ninguno de ellos había vuelto del exilio.