Tan divertido como surrealista, tan bonito como expresivo, el cuento del insólito cartero con dos dentaduras «irreconciliables», una para pensar y otra para comer, es una historia sin moraleja... Sólo una historia al servicio del entretenimiento infantil y del desarrollo de la imaginación.Tan divertido como surrealista, tan bonito como expresivo, el cuento del insólito cartero con dos dentaduras «irreconciliables», una para pensar y otra para comer, es una historia sin moraleja... Sólo una historia al servicio del entretenimiento infantil y del desarrollo de la imaginación.
Las dentaduras de Paco Palma
Paco Palma era el cartero de Aguazul. Los lunes por la mañana se ponía el uniforme, alisaba los bigotes y salía en bicicleta, cargando las cartas en un gran bolso.
Paco Palma tenía un problema: no podía pensar y comer al mismo tiempo; por eso usaba dos dentaduras: una blanca para pensar, otra naranja para comer.
Como para Paco era muy importante pensar y comer, siempre llevaba las dos dentaduras.