Cuentos populares del valle del Nilo
Era el día de Chemme-el-Necime.
En medio de los paseantes de un jardín se distinguían tres mujeres que, a pesar de los velos que las cubrían, se adivinaba que eran jóvenes: muy provocativas, por lo demás, y vestidas espléndidamente.
Mientras se paseaban, una de las tres mujeres se paró, se agachó y recogió bajo los pies de su compañera una bella moneda de oro. La más joven la vio y la señaló a la mayor, que la recogió mientras la segunda la pisaba.
La más joven pretendió que la moneda de oro le correspondía a ella; la segunda se opuso a ello pretextando que ella había puesto el pie encima, y la mayor, que la tenía en la mano, no quiso cederla por nada del mundo...