Relatos de indios
Antiguamente no había caballos en el país de los indios. Cuando las familias recorrían las vastas praderas en busca de búfalos, debían hacerlo a pie. Sus tiendas eran pequeñas y no poseían muchas cosas porque, como animales de carga, solamente tenían perros y éstos no podían llevar fardos muy pesados. La vida era dura, especialmente para las personas mayores.
En aquel entonces vivía en uno de los campamentos indios un muchacho huérfano que era sordo.