Un doble acercamiento al mundo de la vejez y la demencia senil a través de una dulce y bella historia de amistad entre un niño y una anciana que ha perdido la memoria. Textos breves, a veces rimados, y unas ilustraciones ad hoc, nos acercan al mundo de la vejez y su relación con la infancia con una delicadeza y sensibilidad libre de tópicos y falsas ternuras.
Un doble acercamiento al mundo de la vejez y la demencia senil a través de una dulce y bella historia de amistad entre un niño y una anciana que ha perdido la memoria. Textos breves, a veces rimados, y unas ilustraciones ad hoc, nos acercan al mundo de la vejez y su relación con la infancia con una delicadeza y sensibilidad libre de tópicos y falsas ternuras.
Guillermo Jorge Manuel José
Había una vez un niño llamado Guillermo Jorge Manuel José. ¿Y saben? Ni siquiera era un niño muy grande. Su casa quedaba al lado de un hogar para ancianos y conocía a todas las personas que vivían allí. Le gustaba la Señora Marcano que por las tardes tocaba el piano. Y también el Señor Tancredo que le contaba cuentos de miedo. Jugaba con el Señor Arrebol que era loco por el béisbol.