Utilizando como recurso la figura del conocido personaje, el autor de Leo cambia la función de este mítico animal dándole la vuelta al trabajo que habitualmente realizan los dragones en los cuentos. De este modo, el lector se encuentra con un dragón que, encargado de vigilar a un mago apasionado por la lectura y los libros, termina siendo un gran lector y un convencido defensor de la lectura.Utilizando como recurso la figura del conocido personaje, el autor de Leo cambia la función de este mítico animal dándole la vuelta al trabajo que habitualmente realizan los dragones en los cuentos. De este modo, el lector se encuentra con un dragón que, encargado de vigilar a un mago apasionado por la lectura y los libros, termina siendo un gran lector y un convencido defensor de la lectura.
Leo el dragón lector
Érase una vez un país que se llamaba Dragonia. Como os habréis imaginado por el nombre, se trata de un lugar habitado por dragones. Allí, en ese bonito territorio, os podréis encontrar con el dragón plateado, el verde, el escarlata, el dorado y con el casi extinguido pinto, del que quedan muy pocos ejemplares en todo el Universo. Los dragones viven cientos y cientos de años.