En un libro sin palabras la ilustración desarrolla toda su fuerza narrativa y consigue transmitir una sensación a la que no se podría llegar de otra forma. Su lectura puede ser más compleja que la de los cuentos habituales pues, al carecer de texto, exigen al lector una mayor exigencia para dotar de sentido a la obra y desarrollar una interpretación propia. La ola es uno de los más famosos álbumes que invitan a desarrollar esa otra forma de lectura, la que demanda un rol activo a los más pequeños de la casa. A partir de una historia muy sencilla, las andanzas de una niña durante un día de playa, la autora cuenta en dos sencillos tonos de acuarela, una emotiva historia que destila alegría y de la que el lector, seguro, guardará para siempre un recuerdo imborrable.
En un libro sin palabras la ilustración desarrolla toda su fuerza narrativa y consigue transmitir una sensación a la que no se podría llegar de otra forma. Su lectura puede ser más compleja que la de los cuentos habituales pues, al carecer de texto, exigen al lector una mayor exigencia para dotar de sentido a la obra y desarrollar una interpretación propia. La ola es uno de los más famosos álbumes que invitan a desarrollar esa otra forma de lectura, la que demanda un rol activo a los más... Seguir leyendo