Sumergirse en el agua
MARÍA: A veces tengo una pesadilla. Es de noche y decido bañarme en la piscina. No hay nadie. Me ducho, coamino cerca del agua, subo al trampolín, me tiro y me sumerjo en el agua. Siento cómo el agua entra en contacto con toda la superficie de mi piel. Todos los poros de mi piel contra todas las gotas de agua. Nado. Tengo la sensación de que alguien me observa. Me paro. Saco la cabeza a la superficie. Todo está en silencio. El agua choca contra los bordes de la piscina. (Pausa. Gritando) ¿Hay alguien? (Pausa) Nadie contesta. Y espero unos segundos, y después continúo nadando. Pero sé que que hay algo diferente. Ha llegado algo. Hay algo presente en el agua.