Lo dice Octavio Paz en la cuarta de cubierta del libro: «Esta poesía trata de explorar la realidad de todos los días, que colinda por una parte con lo maravilloso y por otra, con lo cotidiano. Es un libro lleno de emociones en el cual, estoy seguro, los jóvenes van a reconocerse».
Una poesía sencilla, concentrada, llena de voces evocadoras que hablan de amor, desamor, del tiempo, de los amigos y de la nostalgia. Aeropuertos, calles, bares, habitaciones de hotel, conviven en estos versos que buscan una memoria que los evoque.
Lo dice Octavio Paz en la cuarta de cubierta del libro: «Esta poesía trata de explorar la realidad de todos los días, que colinda por una parte con lo maravilloso y por otra, con lo cotidiano. Es un libro lleno de emociones en el cual, estoy seguro, los jóvenes van a reconocerse».
Una poesía sencilla, concentrada, llena de voces evocadoras que hablan de amor, desamor, del tiempo, de los amigos y de la nostalgia. Aeropuertos, calles, bares, habitaciones de hotel, conviven en estos versos que buscan una memoria que los evoque.
Habitaciones separadas
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia...
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.