Ricardo es un joven que, irritado por las habladurías sobre la profesión de su madre, decide abandonar la escuela e intentar ser alguien en la vida. Esto le llevará a transgredir la ley y a aventurarse en el sórdido mundo de la delincuencia. La novela está narrada en primera persona y combina episodios de acción con momentos de reflexión intimista, ofreciendo una lectura profunda y amena. Una intensa trama argumental con excelente marco formal que es, en definitiva, una historia sobre la maduración personal y la búsqueda de sí mismo. Ricardo es un joven que, irritado por las habladurías sobre la profesión de su madre, decide abandonar la escuela e intentar ser alguien en la vida. Esto le llevará a transgredir la ley y a aventurarse en el sórdido mundo de la delincuencia. La novela está narrada en primera persona y combina episodios de acción con momentos de reflexión intimista, ofreciendo una lectura profunda y amena. Una intensa trama argumental con excelente marco formal que es, en definitiva, una historia sobre la maduración personal y la búsqueda de sí mismo.

¿Y a ti aún te cuentan cuentos?

Ahora, a estas alturas, no me importa lo que piense la profesora de natural, que se daba el plaste por ser directora y porque tenía un equipo de pelotas sobándole la chepa. Quizá no fue ella la que armó el bollo, vete a saber. Cuando hablan mal de uno, el uno es el último en enterarse. Pero la tutora de octavo C y directora del centro metió la gamba con mala leche, si lo sabré yo. No digo que inventa lo de Joput, como me llamaban todos menos Sela, el mudo. Sin embargo, se encabritó conmigo sin venir a cuento, sólo porque mi madre no se ganaba la pasta como ella o porque alguien de la asociación de padres hizo un comentario borde.