Este memorable cuento, Premio Nacional del Cuento Infantil Comfamiliar del Atlántico, narra el enamoramiento del niño más aplicado en la escuela de su nueva compañera de salón, una niña que llega con su abuela huyendo de la violencia y con la incertidumbre sobre el estado de salud y lugar en el que se encuentran sus padres. A través del estudio de la geografía de Colombia, el protagonista intenta acercarse a su primer amor y se adentra en una realidad cuyo mapa aún no se ha construido, pues los desplazamientos y el conflicto armado proliferan y se dispersan por todas las regiones del país. El lunar de la niña se convierte entonces en una isla como aquella de la que fue desplazada en el Caquetá y a la luz de la Luna, le regala a ambos protagonistas la alegría del coqueteo inocente en un final en el que por encima de la guerra y el dolor, se impone el descubrimiento de un primer amor.
Este memorable cuento, Premio Nacional del Cuento Infantil Comfamiliar del Atlántico, narra el enamoramiento del niño más aplicado en la escuela de su nueva compañera de salón, una niña que llega con su abuela huyendo de la violencia y con la incertidumbre sobre el estado de salud y lugar en el que se encuentran sus padres. A través del estudio de la geografía de Colombia, el protagonista intenta acercarse a su primer amor y se adentra en una realidad cuyo mapa aún no se ha construido, pues los desplazamientos y el conflicto... Seguir leyendo
Una isla llamada Luna
Margot tiene un lunar encantador que hace juego con su rostro y su voz, con sus ojos y su forma de reír. Hoy la conocí. Llegó al salón de quinto grado de la escuela Gabriela Mistral, en la Ciudad de los Árboles, a una hora de camino de otra ciudad más antigua y helada, construida sobre una laguna. Digo más: en esta región, entre la cordillera y la llanura, territorios indígenas sirven de frontera entre Colombia y Venezuela. Una larga descripción, ¿cierto? Parece una adivinanza. Pues tendrán que perdonarme: me gusta la Geografía. Es raro que uno pida perdón por esas cosas.