Tras una elegante camisa, en la que los versos son carta de presentación, se despliega un delicado formato acordeón a través del cual el artista argentino Gastón Hauviller comparte sentimientos intensos al ritmo de maravillosas litografías pobladas de animales. Su larga trayectoria como docente de dibujo y pintura en un taller artístico de Buenos Aires da como fruto una espectacular puesta en escena (de la que ya habíamos disfrutado en títulos como "La receta secreta de la abuela Magdalena" o "¿Un mundo? Muchos mundos", en ambos casos junto a Roberto Gatti y en la editorial Océano). El texto, simbólico y sugerente, es una metáfora que establece analogías para ayudar a sondear en el concepto de identidad a partir de los diferentes animales, reales y ficticios, que aparecen en la trama.
Tras una elegante camisa, en la que los versos son carta de presentación, se despliega un delicado formato acordeón a través del cual el artista argentino Gastón Hauviller comparte sentimientos intensos al ritmo de maravillosas litografías pobladas de animales. Su larga trayectoria como docente de dibujo y pintura en un taller artístico de Buenos Aires da como fruto una espectacular puesta en escena (de la que ya habíamos disfrutado en títulos como "Seguir leyendo
ANOCHE ME SOÑÉ DRAGÓN
Reconozco que mis ojos se parecen
un poquito a los de mi abuela,
no del todo, también se parecen en parte
a los ojos de mi otra abuela.
Eso sí, mi nariz es muy grande
y no sé bien de dónde salió.
He visto muchos rostros desconocidos
que tienen mi misma nariz.
Tengo las uñas fuertes
como las de mi abuelo,
uñas buenas para rascarse.