Cuidado con lo que deseas
Entró en la tienda tan nerviosa como si fuera a cometer un atraco a punta de pistola.
Llegó al departamento de perfumería y se paró como por casualidad delante de un extraño frasquito que no había visto nunca. Era rojo, en forma de quinqué. Ana ni siquiera sabía qué tipo de perfume podía contener.
Lo agarró y se lo escondió bajo la ropa.
Sólo le faltaba encaminarse a la salida sin llamar la atención. En un minuto estaría a salvo.
Empezó a felicitarse. Para ser la primera vez que robaba algo no lo había hecho nada mal.
Y entonces lo vio.