Justin Time y el secreto enterrado
En el siglo XXIV, el progreso tecnológico había deparado a la humanidad una vida que las generaciones anteriores tan sólo habían podido imaginar en sueños. Finalmente, las guerras y las catástrofes, el hambre y las epidemias se habían erradicado. Mucha gente ya festejaba el inicio de la era dorada que algunos futurólogos habían predicho una y otra vez en épocas pasadas. Y lo cierto es que ya nadie tenía que preocuparse de nada: las máquinas y la inteligencia artificial se encargaban de realizar todas las tareas pesadas, peligrosas y desagradables, como la obtención de energía, la fabricación industrial de productos de larga duración y las tareas del hogar.