El alfabeto en este libro se convierte en un viaje imaginario por paisajes diversos: mar, montaña, bosque... y en medio de ellos las letras. El lector-espectador tiene que buscar e interpretar los significados de las ilustraciones. La "lectura" no se acaba. El alfabeto se ha desprendido de su función pedagógica para constituirse como una propuesta a partir de la cual el artista construye una obra tan propia como fronteriza dentro del género en que se incluye. En este caso, se articula la herencia de la poesía visual y elementos propios de la narración fantástica para secuenciar un recorrido que va de la A a la Z por un universo que explora y da cuenta de un legado literario e imaginativo muy especial. Libro que merece ser compartido.
El alfabeto en este libro se convierte en un viaje imaginario por paisajes diversos: mar, montaña, bosque... y en medio de ellos las letras. El lector-espectador tiene que buscar e interpretar los significados de las ilustraciones. La "lectura" no se acaba. El alfabeto se ha desprendido de su función pedagógica para constituirse como una propuesta a partir de la cual el artista construye una obra tan propia como fronteriza dentro del género en que se incluye. En este caso, se articula la herencia de la poesía visual y elementos propios de la... Seguir leyendo
El Viaje de la A a la Z en 27 falsas estampas
La A puede ser un buen inicio. Descubrí este principio una amable tarde en la entrada de aquel poema transitable imaginado por Brossa. La misma tarde que dormí mi primera siesta entre paréntesis.
De la A hacia la B y, desde allí, hasta la C. A partir de aquí, preparar «El Viaje» fue fácil. Las letras proponen un orden en un confuso y premeditadamente confundido collage digital que da forma al paisaje. El orden alfabético establecía una ruta, un desplazamiento en el espacio y en el tiempo.