Las ilustraciones y el texto nos sumergen en un mundo mágico, entre la brujería y la magia. Monika Beisner escribe estos breves textos rimados a modo de conjuros, como un misterioso juego de control de la naturaleza y la psicología humana. Son poemas cargados de símbolos mágicos: espejos, lechuzas, gatos... Las ilustraciones, de la propia autora, simulan barajas de tarot, en un estilo cercano al naïf, pero con referencias surrealistas, místicas y metafísicas. Ilustraciones simbolistas, frías, raras y de mirada ausente que aluden a sueños nocturnos, en ocasiones a pesadillas.Las ilustraciones y el texto nos sumergen en un mundo mágico, entre la brujería y la magia. Monika Beisner escribe estos breves textos rimados a modo de conjuros, como un misterioso juego de control de la naturaleza y la psicología humana. Son poemas cargados de símbolos mágicos: espejos, lechuzas, gatos... Las ilustraciones, de la propia autora, simulan barajas de tarot, en un estilo cercano al naïf, pero con referencias surrealistas, místicas y metafísicas. Ilustraciones simbolistas, frías, raras y de mirada ausente que aluden a sueños nocturnos, en ocasiones a pesadillas.
Fórmulas secretas y extraños hechizos
Luna y murciélago, sapo del muro, estad atentos a mi conjuro.
Esta es la receta que habrás de guisar si, como un halcón, pretendes volar: Toma dos clases de leña (una blanca y otra negra) y haz un buen fuego con ellas. Llena de aceite un caldero, fríe en él nieve de enero y en una bolsa de cuero guarda el caldo y un carbón, durante una luna o dos. Tritura la mezcla luego con la mano del mortero.