Gaturro y la maldición de Tutangatón

El sábado por la mañana, Ágata, Gaturro, Canturro y Gatunislao se reunieron muy temprano en casa de Gaturro. Querían practicar un número de acrobacia que habían visto en un documental sobre el circo días antes por televisión. El número se llamaba «La pirámide». Canturro formaba la base, sobre su cabeza debían mantenerse en equilibrio Gaturro y Gantunislao, y en la cúspide se erguía Ágata en una perfecta vertical.
–No está mal este número circense –dijo Gatunislao, después de que la pirámide cayera unas cuantas veces.