Pablo Aranda nos presenta una historia ganadora del II Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga, 2011. Fede es un niño de cuatro años para cumplir cinco que quiere ser pirata. Pero para lograrlo necesita una serie de cosas indispensables, que de momento no tiene. A lo largo de toda la historia el lector se va haciendo complice de las reflexiones que el protagonista tiene sobre la vida que le rodea, los amigos y sus sueños. Un proceso en el que el protagonista va haciendo progresos en su intento de llevar su fantasía a la realidad. Pablo Aranda nos presenta una historia ganadora del II Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga, 2011. Fede es un niño de cuatro años para cumplir cinco que quiere ser pirata. Pero para lograrlo necesita una serie de cosas indispensables, que de momento no tiene. A lo largo de toda la historia el lector se va haciendo complice de las reflexiones que el protagonista tiene sobre la vida que le rodea, los amigos y sus sueños. Un proceso en el que el protagonista va haciendo progresos en su intento de llevar su fantasía a la realidad.

Fede quiere ser pirata

Fede tiene un tatuaje en el brazo. Es una rana. Fede no es una rana, el tatuaje es una rana. Una rana verde que ríe. Cuando salía de su casa para ir al cole, entró un vecino en el ascensor que le dijo: -Hola, Fede. Él no respondió y su madre le pidió que contestase al señor. -Fede, contesta al señor. Fede permaneció callado mirando el número rojo que indicaba la planta por la que iba el ascensor. -Este niño es imposible.