El joven Laurentz Waxell es convocado por una mujer viuda y enigmática para que le cuente uno de los episodios más emotivos de toda su vida: su experiencia en 1741, un par de años atrás, como grumete en la expedición de Vitus Bering, el gran marino danés que descubrió para el imperio Ruso el paso de comunicación con América. Así, el hoy joven Laurentz recuerda los preparativos de Petropavlovsk, el viaje a Kamchatka, la isla de Bering y, sobre todo, las incontables calamidades sufridas en el tormentoso y delirante viaje expedicionario. Una interesante propuesta donde se conjuga la historia y la aventura.
El joven Laurentz Waxell es convocado por una mujer viuda y enigmática para que le cuente uno de los episodios más emotivos de toda su vida: su experiencia en 1741, un par de años atrás, como grumete en la expedición de Vitus Bering, el gran marino danés que descubrió para el imperio Ruso el paso de comunicación con América. Así, el hoy joven Laurentz recuerda los preparativos de Petropavlovsk, el viaje a Kamchatka, la isla de Bering y, sobre todo, las incontables calamidades sufridas en el tormentoso y delirante... Seguir leyendo
Bering. En busca de América
Corrían tiempos difíciles para el Imperio ruso. Aunque, de hecho, las revueltas ya hacía años que se habían apoderado de aquel imperio que aspiraba a ser el más extenso y poderoso de Europa y del mundo. En veinticuatro años los rusos habían visto desfilar hasta seis soberanos, y todos parecían rivalizar por ver quién cometía la mayor atrocidad: zares que hacían flagelar a primogénitos hasta llevarlos a la muerte, criadas que se convertían en zarinas, futuras esposas de zares tratando de quedar preñadas...