La historia de Juliet
Muchas veces, cuando no se podía dormir, Juliet pensaba en todas esas cosas que menos le gustaban, y en las cosas que le gustaban. Odiaba el puré de nabos, y la clara del huevo duro, y el pastel de semillas, y el chirrido que producía su amigo Kitty Ann al arañar la tapadera de un cubo de basura que había sobre la reluciente superficie de la entrada trasera de su casa.