La Djinn Azul de Babilonia
–Quiero ser una bruja –dijo Philippa–. Con montones de verrugas.
–Y yo, un vampiro –declaró John–. Con los dientes manchados de sangre de verdad.
–Ya sabéis que no puede ser –respondió la madre de ambos con tono enérgico.
–Todos los años discutimos lo mismo –suspiró John–. No entiendo qué tienes en contra de Halloween. Sólo es una fiesta inofensiva.