Adiós, Chunky Rice
Clunk
–Algún día vas a romperme la ventana tirando piedras así.
–Si la tuvieras abierta, me escucharías. Dentro de poco ya no tendré por qué tirar piedras a esa ventana.
–Una tienda de campaña, bocadillos, té, y ninguna OBLIGACIÓN hasta mañana.
.–Bien.
–JA JA JA
–Esta ciudad no es bastante para ti. Eres como una plantita que ya no cabe en su maceta... y tiene que trasplantarse para seguir creciendo.
–¡Vualá! ¿Tengo razón?
–Sí. Pero no quiero dejarte atrás. Quiero llevarte conmigo. ¡Escápate conmigo.
–No puedo. Éste es mi sitio. Mira, ¡un cocodrilo para nuestro foso! Debes encontrar tu sitio.