La peculiar manera de contar de Sally Prue, intensa, electrizante, obliga al lector a poner en juego todo su potencial imaginativo y a implicarse en la construcción de la ficción literaria. A esto se suma un argumento bien tensado con los conflictos generacionales del crecimiento, a los que se da una vuelta de tuerca desde un ángulo futurista, abordando la clonación y la naturaleza como objeto de una guerra sorda. El resultado es una lectura absorbente y estimulante que invita al debate. El gran placer de descubrir el mundo convertido en otro.
La peculiar manera de contar de Sally Prue, intensa, electrizante, obliga al lector a poner en juego todo su potencial imaginativo y a implicarse en la construcción de la ficción literaria. A esto se suma un argumento bien tensado con los conflictos generacionales del crecimiento, a los que se da una vuelta de tuerca desde un ángulo futurista, abordando la clonación y la naturaleza como objeto de una guerra sorda. El resultado es una lectura absorbente y estimulante que invita al debate. El gran placer de descubrir el mundo convertido en otro.
La isla de las salamandras
Las paredes se cerraron.
«No», pensó desesperado, y empezó a patalear con todas sus fuerzas. Las paredes seguían cerradas.
Le arrojaron al exilio.
Ahí yacía él, atascado e indefenso, mientras las escabrosas criaturas que habitaban aquel mundo nuevo trataban de alcanzarle con manos firmes, frías.
Se encontraba desamparado por completo. Los extraños eran de una fortaleza indescriptible y la luz, blanca y brillante, resultaba cegadora. Apretó los párpados para protegerse del resplandor. Se habría dado la vuelta, pero el prolongado forcejeo que había ejercido durante el recorrido le había dejado tan endeble que apenas conseguía ladear la cabeza.